Sin embargo, cuando Bruce comienza a autoflagelarse para conocer los límites de su tolerancia al dolor, Alfred recurre a Gordon para pedirle ayuda, dado que el niño valoraba la opinión del detective.
Con el paso de los días, el mayordomo es testigo de cómo la personalidad del joven iba tornándose más oscura a medida que su obsesión por encontrar al asesino de sus padres aumentaba. Cuando un proyecto creado por los Wayne para restaurar el distrito Arkham es puesto en el centro de la escena, Alfred se comunica con Gordon para informarle como la mafia había corrompido aquel proyecto.
A medida que la investigación de Bruce por descubrir las irregularidades dentro de la compañía de su familia avanzan más allá del plano de la venganza, Alfred finalmente opta por ayudar al joven más activamente en su búsqueda de justicia; pero al mismo tiempo lo envía de regreso a la escuela donde también lo ayuda a enfrentarse a un compañero que había hablado mal de la madre de Bruce.
Más adelante él es obligado a hospedar a Selina Kyle en la mansión para mantenerla a salvo, dado que ella tenía información sobre el asesino de los Wayne. A pesar de no congeniar con la adolescente, él se termina alegrando al notar que , en presencia de Selina, Bruce volvía a divertirse como un niño acorde a su edad. Por desgracia, cuando un grupo de asesinos se infiltra en la mansión Wayne buscando a Selina, y los jóvenes escapan mientras él se encargaba de detener a los intrusos, Alfred se ve obligado a unirse al Detective Harvey Bullock para encontrar Bruce. En su desesperación, Alfred recurre a Fish Mooney y ésta logra darle información que lo lleva a reunirse, para su alivio, con Bruce.
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